¿Qué es un maridaje? Todo lo que debes saber para armonizar vinos y comidas

Si eres amante del vino, sabrás que el maridaje consiste en crear una armonía entre un plato y un tipo de vino determinado, ¿verdad? En el blog de Disanfa vamos a contarte todo lo necesario para que tus maridajes sean una melodía perfecta en tu paladar y en el de tus comensales.

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¿Qué es un maridaje y cómo se consigue?

Empecemos por el principio: ¿Qué es un maridaje? Pues es la intención de crear la combinación perfecta entre comida y vino para lograr una experiencia sensorial entre sabores, texturas y aromas.

En términos más “técnicos” el maridaje es ese momento en el que alimento y el vino coexisten en la boca. Masticar, unir mediante la saliva e integrar líquido con sólido haciendo que se potencien los sabores de ambos.

Aparentemente parece algo fácil, pero te aseguramos que dar con el punto exacto tiene su teoría. Así que vamos a darte algunos tips esenciales para que, desde casa, te conviertas en todo un sommelier y sorprendas a tus invitados.

 

El “peso” de los alimentos y el vino

Cuando buscamos la combinación perfecta entre vino y plato, tenemos que tener en cuenta el peso de ambos para lograr un equilibrio. Pero, ¿a qué nos referimos con el peso?

En lo referente a la comida, el peso son las condiciones del alimento: la grasa, su aroma o sus sabores y la capacidad de digerirlo. Por ejemplo: si hablamos de un cocido, pues estamos ante un plato que es pesado si lo comparamos con una ensalada. En cuanto a los vinos, el peso dependerá de la intensidad de su sabor, maduración, aroma y el contenido en alcohol. Por ejemplo, un vino tinto reserva será más pesado que un tinto joven. Sabiendo este tip, será mucho más fácil combinar los platos con el vino. Para platos más pesados, elegiremos unos vinos con cuerpo para platos más ligeros, buscaremos vinos también ligeros.

Te compartimos algunos datos que seguro te ayudan a entenderlo mejor:

  • El vino tinto no es aconsejable para una ensalada, lo más indicado es un vino espumoso o uno blanco.
  • Para una tabla de quesos, un vino blanco (Sauvignon Blanc o Chardonnay) quedará mejor que un tinto.
  • ¿Fan de la comida picante? Entonces recurre a vinos espumosos, blancos o rosados que tengan una buena acidez. Nunca uses un tinto, ya que sus taninos chocan con los elementos picantes.
  • El vino rosado es ideal para platos de verduras e incluso el hummus, que está tan de moda actualmente.

 

Vinos con carne

El maridaje perfecto dependerá de cómo esté la carne cocinada y de su intensidad.

Pero vamos a darte algunos consejos muy sencillos para que en casa puedas hacer el maridaje perfecto.

  • Carnes frías (como el carpaccio o aperitivos tipo embutido) lo mejor es un tinto ligero o vino blanco seco.
  • Carnes con muy sabor (con especias) elegiremos un vino afrutado para contrarrestar el aroma o un tinto para potenciarlas.
  • Carnes blancas (pavo, pollo, conejo…) deberían ir acompañados de un vino blanco seco con acidez baja.
  • Guisos o carnes en salsa irán perfectos con un vino blanco más evolucionado o un tinto joven.
  • Carnes rojas marida con un vino Rioja de reserva. Este tipo de vino van genial con platos de caza, cuya carne tiene un sabor más intenso.

 

Vinos con pescado

Ahora nos metemos de lleno con el maridaje en pescados, verás que es igual de sencillo que la carne. En esta ocasión, para elegir el vino perfecto, debemos fijarnos en el tipo de cocinado y en la clase de pescado que vamos a consumir.

El pescado blanco (con un 2% de grasa) pegan muy bien con un vino blanco seco. Por ejemplo, una merluza, el bacalao o el lenguado.

El pescado azul (que contiene más del 5% en grasas) irán mejor con un vino blanco más hecho o un vino tinto joven. Por ejemplo, el salmón, la caballa o el atún.

El marisco marida perfectamente con vinos blancos como el Albariño o el Verdejo. Los vinos gallegos (como Martín Códax)

 

Vinos con postre

¡Sí! El postre también puede tomarse con vino.

Los vinos dulces serían los protagonistas para este momento, ya que potencian el sabor dulce de nuestros postres. Puedes optar por un Jerez, Moscatel u Oporto. Pero es que los vinos de crianza también podrían ser una muy buena opción para los postres más intensos, como aquellos que llevan chocolate puro.

 

Regla: no más de tres vinos en la comida

Una norma básica para que luzcas como un experto es la siguiente: los vinos deben servirse de uno en uno en cada comida, ya que mezclar demasiados sabores pueden aturdir el paladar y los sabores que queremos provocar con el maridaje.

Lo ideal es que durante la comida no se presenten más de tres vinos, así que decántate por uno blanco para los platos más ligeros y dos tintos para los platos fuertes o postres.

 

Una pista: El maridaje regional no falla

Si no eres aún muy conocedor de todos los secretos del vino y sus combinaciones, este truco va a salvarte de muchas: Apostar por el maridaje regional no falla. Es decir, las comidas de cada región con un vino local es la salvación. Por ejemplo, las pastas pueden ser maridadas con vinos italianos.

Como vemos, el mundo del maridaje de vinos y platos es un terreno completamente abierto a la experimentación y a la innovación. Así que esperamos que estos tips, junto con tu buen gusto, te hayan ayudado a comprender un poquito mejor el maridaje.

En Disanfa trabajamos desde 1968 en la distribución de vinos, por lo que de esto sabemos un poco. Nos encanta el mundo del vino y ofrecer a nuestros clientes la mejor selección de marcas para sus negocios de hostelería y alimentación.

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